En el marco de la Fiesta del Inmaculado Corazón de María, el Movimiento Alegría y Paz llevó a cabo la tarde de este sábado 25 de junio, un rosario en el atrio de la Basílica Catedral de Puebla, en el que decenas de fieles católicos varones se concentraron para pedir por la familia, la vida, la patria, la paz y la iglesia. El rosario comenzó en punto de las 17:00 horas y se extendió hasta la tarde-noche del sábado.
En tanto, la Arquidiócesis de Puebla destacó que es mediante el rezo comunitario, así como la práctica constante de la oración, que se pueden enfrentar las causas más difíciles que aquejen al hombre, y aunque la jornada de oración se llamó ‘Rosario de Hombres’, al sitio de oración también acudieron mujeres madres de familia, jóvenes y menores de edad, quienes participaron en el rezo.
Origen de la fiesta del Inmaculado Corazón de María en la religión católica
Al día siguiente de la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, la Iglesia católica celebra la Fiesta del Inmaculado Corazón de María, la cual refiere a la vida interior de la Virgen María, así como su amor paternal por Jesús y por los hombres.
Esta festividad fue establecida por el Papa Pío XII en 1944, con el objetivo de “obtener paz entre las naciones, libertad para la iglesia, la conversión de los pecadores, amor a la pureza y la práctica de las virtudes”, en marco de la segunda Gran Guerra.
Aunque el día acordado para la celebración fue el 22 agosto, el Misal Romano posterior al Vaticano II de 1969 determinó que la fecha para celebrar el Inmaculado Corazón de María sería el sábado siguiente al segundo domingo de Pentecostés, que se celebra en junio.
Años después, el Papa San Juan Pablo II declaró esta festividad en honor a la Madre de Dios de observancia obligatoria, es decir, que esta celebración debía ser obligatoria en todo el mundo y no opcional.
La devoción al Inmaculado Corazón honra una de las apariciones de la Virgen de Fátima a los tres pastorcitos en 1917, en donde señaló “Jesús quiere servirse de ti para darme a conocer y amar. Quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. A quien le abrazare prometo la salvación y serán queridas sus almas por Dios como flores puestas por mí para adornar su Trono”.
En otra parición, la Virgen les dijo: "¡Sacrificaos por los pecadores y decid muchas veces, y especialmente cuando hagáis un sacrificio: Oh, Jesús, es por tu amor, ¡por la conversión de los pecadores y en reparación de los pecados cometidos contra el Inmaculado Corazón de María!”.
