Dentro de las prestaciones laborales que le corresponden por ley a los trabajadores en México, se encuentra el reparto de utilidades: una forma de estimular la productividad y retribuir el esfuerzo de las personas. Así, tú tienes derecho a un porcentaje de las ganancias que tuvo la empresa durante el año inmediato anterior. Como lo explica el contador César Martínez Sánchez, de la ganancia anual “se va a descontar un diez por ciento”. Este a su vez “se dividirá entre todos los trabajadores que hayan laborado durante el ejercicio inmediato anterior. Incluyendo a los que hayan trabajado por lo menos un total de 60 días.
Ese porcentaje se dividirá entre dos cantidades: los días que hayas trabajado y el salario que haya recibido.
¿Cuándo se pagan las utilidades?
De acuerdo con el contador, si trabajas para una persona moral (una empresa), el pago debiste haberlo recibido “a más tardar el 30 de mayo”. En el caso de los empleados que trabajen para una persona física “el reparto se tendrá que hacer a más tardar el 29 de junio”.
¿Qué hacer si no me pagan mis utilidades?
Como trabajador, tanto si es para persona física como si es para moral, tú tienes derecho de solicitarle a tu patrón que desglose y explique cómo se hizo el reparto de utilidades.
En el caso de que no recibas tus utilidades, las consecuencias para tu patrón podrán ser de una multa que puede ir de los 50 a los 500 días, de acuerdo a la Ley Federal del Trabajo. Sin embargo, el abogado Carlos Carreño Maceda explica que como en estos casos se puede presentar un juicio, “el trabajador tiene hasta un año para presentar las acciones que considere en contra de esta ausencia del reparto del utilidades, o si el reparto de utilidades se realiza de manera ilegal”.
No es igual para todos
Aunque sea un derecho constitucional, no todos los empleados reciben utilidades: aquellos que presten sus servicios mediante el pago de honorarios, sin existir una relación de trabajo subordinado con el patrón, no cuentan con este beneficio.
Además, de acuerdo a los especialistas, la ausencia de reparto de utilidades es más común de lo que se piensa. Esto debido a que muchos negocios operan de forma informal, por lo que sus empleados no reciben todas las prestaciones de ley.