Libros: un tesoro para Don Porfirio, custodio de libros antiguos
“El libro es una pequeña y frágil criatura, tiene alma, le tiene miedo al tiempo, al agua y a los roedores y sufre cuando cae en manos de gente ignorante” comentó Don Porfirio
“Y se entere de la historia de nuestras vidas del mundo de tu ciudad la historia universal nosotros los libreros nos sentimos comprometidos moralmente yo así lo veo con poder rescatar los libros antiguos.” José Porfirio Cedeño Varela, custodio de libros antiguos
El anticuario nos mostró un libro impreso en 1834. La obra explica ejercicios de oración para católicos, práctica recurrente en esos años.
“Hablando de la religión, yo como vivo en puebla puedo sojuzgar a puebla de que fue una ciudad cultural y muy religiosa en esta época de 1800, fue muy religiosa, por lo tanto, en puebla se encuentran muchos libros que la gente compraba.” José Porfirio Cedeño Varela, custodio de libros antiguos
En su expendio nos mostró libros valiosos, en hebreo y mandarín, así como obras clásicas en pasta dura y con el borde de las páginas en dorado.
El hombre reconoce que el avance de la tecnología y plataformas pone en riesgo los materiales impresos, sin embargo exhorta a que las familias lean en cualquier soporte.
“Yo procuro poner libros bonitos para que a la gente le llame la atención leerlo yo le diría a los padres de familia que procuraran que sus hijos no libros antiguos pero que lean lo que quieran que lean hasta el periódico la cosa es tener el hábito de lectura y teniendo el hábito de lectura ya cuando maduren un poquito los muchachos buscarán libros a su antojo.” José Porfirio Cedeño Varela, custodio de libros antiguos
Algunos jóvenes coinciden en reconocer el valor de los libros antiguos a pesar de contar con los beneficios de la tecnología.
“Con los medios digitales la verdad, es que obviamente, se facilita mucho la información, pero yo particularmente, solamente lo utilizo para investigaciones porque a mí me lastima mucho los ojos, tengo temas con eso y siento que no es lo mismo para mí tener un libro físico que puedo traer en la mochila, andar con la necesidad de tener un cargador, siempre a la mano o tener ciertas cosas para tenerlo o que la luz del celular.” Julieta Hernández, usa ambos recursos
