Las infecciones son una de las principales preocupaciones de salud pública en el mundo, y algunas de ellas están directamente relacionadas con el desarrollo de cáncer. Aunque la mayoría de las infecciones son tratables, existen ciertos virus y bacterias que, a largo plazo, pueden alterar el ADN de las células y promover la aparición de diversos tipos de cáncer. A continuación, se detallan algunas de las infecciones que pueden desencadenar cáncer y cómo prevenir sus consecuencias.
Infecciones virales y bacterianas que incrementan el riesgo de cáncer
Una de las infecciones que pueden desencadenar cáncer más conocidas es el virus del papiloma humano (VPH), transmitido principalmente por contacto sexual. El VPH está vinculado a varios tipos de cáncer, especialmente el cáncer cervical, pero también puede causar cáncer en otras áreas, como la garganta y el ano. La vacunación es una medida preventiva clave que puede reducir el riesgo de desarrollar cáncer relacionado con el VPH.
Además, las infecciones por los virus de la hepatitis B (VHB) y hepatitis C (VHC) son factores de riesgo para el cáncer de hígado. La infección crónica con estos virus puede dañar el hígado y conducir a la cirrosis, lo que aumenta las probabilidades de desarrollar cáncer hepático. La vacunación contra la hepatitis B y el tratamiento de la hepatitis C con antivirales ayudan a controlar y prevenir el riesgo de cáncer en estos casos.
Por otro lado, la bacteria Helicobacter pylori está relacionada con el cáncer gástrico. Esta infección bacteriana causa inflamación crónica en el estómago, lo que a largo plazo puede desencadenar cáncer de estómago. El tratamiento antibiótico adecuado es fundamental para erradicar la infección y reducir este riesgo.
Otras infecciones que pueden desencadenar cáncer y medidas preventivas
El virus de Epstein-Barr (VEB), que causa la mononucleosis infecciosa, también está relacionado con varios tipos de cáncer, como el linfoma de Hodgkin y cáncer nasofaríngeo. Mientras tanto, el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), que afecta el sistema inmunológico, incrementa el riesgo de desarrollar cánceres como el sarcoma de Kaposi y linfomas, debido a la debilitación de las defensas del cuerpo.
Para prevenir las infecciones que pueden desencadenar cáncer, es fundamental adoptar prácticas de salud adecuadas, como la vacunación contra el VPH y la hepatitis B, el uso de protección durante las relaciones sexuales y el tratamiento oportuno de infecciones virales y bacterianas. La detección temprana y la atención médica continua también son esenciales para reducir el impacto de estas infecciones y prevenir su progresión a cáncer.
Varias infecciones que pueden desencadenar cáncer son prevenibles con medidas adecuadas de salud pública y tratamiento. La educación sobre estas infecciones y la implementación de estrategias preventivas pueden contribuir significativamente a reducir el riesgo de cáncer asociado con ellas.
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