“Sin mosquete no hay carnaval”: La tradición y el arte del carnaval de Huejotzingo

En Huejotzingo, Puebla, el carnaval es una de las festividades más emblemáticas, y sin duda, uno de los elementos fundamentales de esta celebración es el mosquete, con una amplia tradición. Don Fernando Montes, artesano y danzante con más de 40 años de trayectoria, ha dedicado su vida a la creación de este símbolo único del carnaval. Para él, como para muchos en su comunidad, “sin mosquete no hay carnaval”.

Los mosqueteros, que se fabrican principalmente con madera de nogal y fresno, son piezas artesanales que requieren días de trabajo detallado y cuidadoso. Su producción no solo implica habilidad y dedicación, sino también una gran inversión, pues cada pieza puede costar entre 7,500 y 8,500 pesos dependiendo del diseño. A pesar de la inversión necesaria, Don Fernando asegura que su margen de ganancia es mínimo.

Sin embargo, el valor de su trabajo radica en preservar una tradición que ha sido transmitida de generación en generación, y que es un reflejo de la identidad del pueblo. El carnaval no sería lo mismo sin los mosqueteros, pues cada pieza no solo representa la festividad, sino también a los distintos personajes que dan vida al evento, como los zapadores, indios serranos y turcos, quienes desfilaron con trajes coloridos y vibrantes. Cada mosquete lleva grabada una historia, un símbolo de la comunidad y de la pasión que los danzantes sienten por esta tradición.

A lo largo de los 157 años de historia del carnaval de Huejotzingo, las generaciones han aprendido no solo a elaborar estos mosquetes, sino también el significado de cada personaje y el valor de mantener viva esta tradición. “Sin rifle no hay carnaval”, es una frase que resuena en cada rincón de Huejotzingo, un recordatorio de que la festividad no sería lo mismo sin el arte de quienes fabrican estos emblemáticos mosqueteros.

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