Queda prohibida la instalación de propaganda en postes, semáforos y demás estructuras urbanas, luego de que en el pleno del Congreso Local se decidiera por mayoría reformar el código penal para expedir la Ley de Atención y Prevención de la Contaminación Visual y Auditiva. En la misma sesión se informó a la población que los anuncios no podrán colocarse en las azoteas de inmuebles públicos o privadas, zonas históricas o artísticas. En cuanto a la contaminación auditiva, se indicó que se podrá sancionar a los automovilistas cuando el sonido de sus estéreos se escuche fuera de su vehículo o que usen bocinas y timbres prohibidos. En caso de los inmuebles, serán regulados los aparatos de sonido.
Contaminación visual: ¿qué es?
La contaminación visual se ve representada en todo aquello que afecte la visión de algún lugar o paisaje, afectando su estética. Está relacionada con el abuso de elementos ajenos a la arquitectura (cables, publicidad, basura, postes, antenas, etc) que a menudo generan una sobre estimulación visual agresiva, invaciva y simultánea.
Aunque no lo creas, la contaminación visual puede tener afectaciones a la salud. Algunas de estas son:
- Dolor de cabeza.
- Estrés.
- Alteraciones al sistema nervioso.
- Mal humor.
- Menor productividad en la escuela o el trabajo.
- Trastornos de atención.
- Depresión.
¿Qué es la contaminación auditiva?
La contaminación auditiva está relacionada al exceso de sonidos que alteren las condiciones normales del ambiente. Esta también puede llegar a ocasionar daños considerables a la salud de quienes se ven expuestos a ella, además de a su calidad de vida. Suele estar relacionado al tráfico, el sonido industrial, de aviones, barcos o la música a altos volúmenes.
Las afectaciones a la salud van desde la perdida auditiva total, hasta complicaciones en el embarazo, pues las ondas sonoras pueden causar daños fisiológicos, no sólo de salud mental.
Otras afectaciones relacionadas a la contaminación sonora son:
- Insomnio y complicaciones para conciliar el sueño.
- Fatiga.
- Estrés, depresión y ansiedad.
- Irritabilidad y agresividad.
- Aislamiento laboral.
- Dificultades para la atención.