La resistencia de los tiburones al cáncer ha sido objeto de interés científico durante décadas, ya que estos animales marinos presentan una bajísima frecuencia de tumores en comparación con otras especies. Aunque no son completamente inmunes, los casos registrados de cáncer en tiburones son tan escasos que muchos investigadores creen que su biología contiene claves valiosas para entender y combatir esta enfermedad en humanos.
Algunos estudios indican que los tiburones poseen una piel compuesta por escamas dérmicas que limitan las infecciones y que su sistema inmunológico es especialmente robusto. Además, compuestos como la esclerotina en sus cartílagos podrían jugar un papel clave en la resistencia al cáncer.
¿Qué mecanismos explican su posible inmunidad?
Investigaciones recientes sugieren que la resistencia al cáncer en tiburones puede estar relacionada con la estabilidad de su ADN y con proteínas que ayudan a reparar mutaciones genéticas. Asimismo, su sangre contiene propiedades antibacterianas y anticancerígenas que, en teoría, podrían inhibir el desarrollo de células malignas.
Estos hallazgos han despertado el interés de la
medicina regenerativa
y la oncología, que buscan replicar o adaptar estas características para tratamientos en humanos.
¿Puede la ciencia aplicar la resistencia al cáncer de los tiburones en los humanos?
Aunque la resistencia de los tiburones al cáncer no se ha traducido aún en una cura para humanos, ya hay investigaciones biomédicas que estudian cómo aplicar compuestos de cartílago de tiburón y sus proteínas protectoras. Sin embargo, los científicos advierten que aún falta mucha evidencia para validar tratamientos seguros y eficaces basados en estas especies.
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