Si te causa conflicto ver un panal de abejas, muchas burbujas, o simplemente te molesta ver muchos agujeros juntos, es probable que padezcas el trastorno de tripofobia. Además de la fobia a los agujeros, el miedo es un síntoma muy común. Pero también lo es el asco, una sensación que invade a quienes padecen este trastorno de forma abrumadora al ver algo que se asemeja a un agujero. Al momento, puede ser ansiedad y una sentimiento intenso de repulsión.
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¿Qué es la tripofobia?
La tripofobia es la repulsión a objetos con formas que recuerdan la de los panales de abejas o mejor dicho a todo lo que tenga agujeros juntos. Sin importar los colores, textura y procedencia varían, tienen en común que tienen patrones repetitivos o grupos de pequeños agujeros.
Estudios afirman que hasta el 17 % de las personas cuentan con algún grado de tripofobia. Un trastorno que se podría decir nuevo, fue clasificado por primera vez en 2005. Además se dice que la tripofobia afecta más a las mujeres que a los hombres y se puede ser más propenso a la tripofobia quien padece de depresión, ansiedad o algún desorden obsesivo compulsivo.
¿Cuáles son los síntomas de la tripofobia?
Es de suma importancia saber que la persona que sufra de un episodio de tripofobia reconozca el miedo como algo irracional, es decir, que la situación, aunque le parezca insoportable, no entraña un peligro para su integridad física.
Los síntomas más comunes en estas circunstancias son:
- Niveles de ansiedad muy intensos
- Taquicardias
- Palpitación
- Tensión
- Deseo de marcharse
Si observa que padece algunos de los síntomas citados anteriormente, es necesario acudir a un profesional por un posible diagnóstico de tripofobia.
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