Perseverancia, constancia, disciplina y mucho amor al arte fue lo que impulsó a Yerani a convertirse en una artista plástica, pese a lo difícil que ha sido para ella tener mosaicismo, una variante del Síndrome de Down.
Sí me costó mucho, pues primero fue el examen, esperar resultados y el día que me aceptaron en la universidad, ya después sí me gustaba la carrera y tuve una maestra que me amenazó mucho y me decía ¿tú qué haces aquí? Esta no es una escuela para jóvenes como tú, relató Yerani.
Yerani, joven con Síndrome de Down se gradúa en artes plásticas
Sin embargo, los malos comentarios e incluso el maltrato que ha recibido en varias ocasiones se convirtieron en la fuerza para que Yerani demostrará que podía superar cualquier obstáculo.
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Muestra de ello es la culminación de sus estudios, convirtiéndose en la primera joven con síndrome de down en ser licenciada en artes plásticas.
“Me motivaron mucho la pintura y el dibujo con lápiz y de mi corazón, lo hago muy bien”.
El camino no ha sido fácil, pero acompañada de su familia, Yerani ha llegado mucho más lejos de lo que alguna vez se imaginó.