Graves denuncias contra Bryan Johnson: efectos adversos y contratos de silencio

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Bryan Johnson, el millonario que ha ganado fama por su obsesión con la longevidad y su empresa Blueprint, enfrenta ahora fuertes denuncias por parte de exempleados, socios y una expareja. Una investigación del New York Times reveló que Johnson utilizó contratos de confidencialidad (NDAs) para controlar todo tipo de relaciones personales y laborales, desde empleados hasta parejas.

El escándalo estalló cuando un estudio de Blueprint con 1,700 voluntarios mostró que más del 60% reportó efectos adversos al consumir sus suplementos. Entre los síntomas hubo vómitos, problemas metabólicos y caída de testosterona. Ante estos resultados, su médico personal se desvinculó de la empresa.

Los contratos firmados en Blueprint incluían cláusulas extremas que prohibían hablar sobre aspectos privados como su hogar, cuerpo o hábitos. También se pedía a los empleados que aceptaran comportamientos inusuales, como verlo semidesnudo en la oficina o hablar de su vida íntima sin cuestionarlo.

Varias personas presentaron denuncias legales por coerción y acoso laboral. El caso más grave es el de Taryn Southern, su expareja, quien fue despedida mientras recibía tratamiento contra el cáncer. Aunque intentó defenderse, las cláusulas de confidencialidad la obligaron a guardar silencio y pagar una suma millonaria por honorarios legales.

Este caso no solo cuestiona las prácticas de Johnson y Blueprint, sino que también visibiliza los límites legales del uso de NDAs. Para muchos, la búsqueda de la longevidad quedó manchada por una cultura de silencios impuestos y efectos secundarios que no fueron advertidos.

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Redacción: Luis Miguel Zayas

Edición: Luis Miguel Zayas