Dormir en el Ártico: ¿Cómo afecta la falta de sol a nuestro ciclo de sueño?
La falta de luz solar en el Ártico puede afectar el sueño, provocar insomnio y alterar la melatonina. Descubre cómo se adapta el cuerpo a la oscuridad.
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Dormir en el Ártico
Imagina no ver el sol durante semanas, solo nieve que cubre todas las superficies y los tenues rayos del sol que se filtran y crean tonos de azul, rosa y púrpura. Muchos habitantes, disfrutan la noche e incluso dicen que duermen mejor que en otras estaciones del año.
Sin embargo, estudios demuestran que la falta de la luz solar, puede poner triste a las personas, su ánimo decae y puede aparecer la depresión.
La oscuridad durante largos periodos, puede retrasar el ciclo normal de sueño y puede llegar a presentarse insomnio. Uno de los efectos más conocidos es el trastorno afectivo estacional, un bajón en el estado de ánimo, los síntomas son: dormir demasiado, y comer en exceso.
La cantidad de luz a la que estamos expuestos durante el día tiene un papel importante nuestro ritmo circadiano, ayudando a regular la cantidad de melatonina que producimos. La melatonina es una hormona producida por el cerebro en la noche que ayuda para provocar el sueño.
La oscuridad prolongada puede causar irregularidad en la producción de melatonina, y algunos estudios muestran un gran pico de esta hormona a mediados de enero, los cuales disminuyen a finales de mes con la presencia de luz.
Si bien la luz artificial puede ayudar en regular los niveles de melatonina, no es suficiente para establecer patrones fijos de sueño como lo haría la luz del sol.
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Redacción: María Fernanda Santacruz
Edición: María Fernanda Santacruz
