Como cada periodo, México entra en elecciones ya sea federales o locales, donde la candidata o candidato ganador será el encargado de relevar a los funcionarios que dejen la silla , y entre el proceso se desprenden las encuestas electorales. En TV Azteca Puebla te explicamos cómo se originaron dichos procedimientos cuantitativos.
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Además de las encuestas en las que se perfila quién podría ganar las elecciones del próximo 2 de junio de 2024, también están los debates en los que la ciudadanía puede escuchar las propuestas de los candidatos.
¿Cuál fue la primera encuesta electorales en México?
Fue en las elecciones de hace 30 años en las que surgió la primera encuesta electoral para los candidatos a la presidencial en México. Fueron las elecciones federales de 1994 y este tipo de método fue una novedad en el país. No obstante, la mayoría de la gente se inclinaba hacia el partido más popular, pero con el paso del tiempo su desgaste y la pluralidad de la sociedad impulsaron esta herramienta.
“Lo importante, en todo caso, es que las encuestas (con más o menos precisión) registraron los cambios que se dieron en las preferencias electorales en los meses anteriores al 21 de agosto, fecha de la jornada electoral. Reflejaron la gran resistencia al cambio entre los electores, aún con un panorama político sumamente conflictivo”, señala María Eugenia Valdés Vega, en “México 1994. La Guerra de las encuestas”.
En ese año, los candidatos eran Ernesto Zedillo del PRI, Diego Fernández de Cevallos, del PAN, y Cuauhtémoc Cárdenas, del PRD. El vencedor fue el PRI.
¿Cómo afectan las encuestas electorales al voto?
Francisco José de Andrea Sánchez refiere en “Los sondeos electorales. Sus efectos deformadores de la opinión pública”,que existen al menos cinco efectos que distorsionan la voluntad del votante. Aquí los enlistamos:
- Efecto del carro completo. Los ciudadanos deciden apoyar al candidato que va arriba en las encuestas, ya que da la impresión de que así lo hará más gente.
- Efecto simpatía por débil. Aquí la gente vota por el candidato menos favorecido
- Efecto desmotivador. Los ciudadanos no van a votar por la confianza de que su candidato de confianza ganará. Creen que tiene la victoria segura, pero eso contribuye a su derrota.
- Efecto motivador. Los votantes salen a las urnas porque se enteraron de que habría una elección por las encuestas.
- Efecto libre albedrío. Votan por otro candidato que no sea puntero para “demostrar” que las encuestas están equivocadas.
¿Las encuestas electorales son confiables?
Las encuestas influyen en la intención del voto de algunos, pero también pueden no tener la razón. Por ejemplo, en las elecciones del 2000, las encuestas fueron un referente muy importante. Solo que los candidatos comenzaron a proclamarse como ganadores con sus propios sondeos. Las casas encuestadoras tampoco ayudaron mucho, ya que no pronosticaban a un ganador y eso ocasionó mucha incertidumbre en los votantes.
El electorado comenzó a cuestionarse sobre la credibilidad de las encuestas, sobre todo en el tamaño de las muestras. Además de que algunas empresas comenzaron a descalificar a otras.
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