Se acerca una de las fechas más importantes en la cultura mexicana: el Día de Muertos; temporada en la que solemos instalar una ofrenda para honrar la vida de nuestros seres queridos que se nos adelantaron en el camino. Pero, ¿sabes cuál es el significado de una ofrenda, así como de los elementos que se ponen en ella?
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Primero que nada, es importante mencionar que colocar un altar u ofrenda el Día de Muertos es una forma de compartir con nuestros difuntos, en su paso por el mundo terrenal, el pan, la sal, frutas, agua y vino, así como alimentos culinarios. Es por ello que ofrendar es “estar cerca de nuestros muertos para dialogar con su recuerdo (…) la ofrenda es el reencuentro con un ritual que convoca a la memoria”, según se lee en un artículo publicado por el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas en 2019.
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¿Cómo surgieron las ofrendas de Día de Muertos?
La ofrenda del Día de Muertos es “una mezcla cultural donde los europeos pusieron algunas flores, ceras, velas y veladoras”; mientras que los indígenas agregaron al altar el sahumerio con su copal, así como la comida y la flor de cempasúchil. La ofrenda es una armonía entre el viejo y el nuevo mundo.
Los elementos que son esenciales en una ofrenda suelen ser naturales, frutales e intangibles. Es importante que no falte ninguno de ellos, pues sólo así las almas de los difuntos podrán descansar y disfrutar en su regreso al mundo de los vivos.
Elementos que no deben faltar en una ofrenda y su significado
· El agua
Este elemento simboliza la fuente de la vida, y se ofrece a las ánimas para que sacien su sed después de su largo recorrido.
· La sal
Este elemento representa la purificación, y sirve para que el cuerpo no se corrompa en su viaje de ida y vuelta.
· Velas y veladoras
La llama de estos artículos representa “la luz”, la fe, la esperanza. Asimismo sirve como guía para que las ánimas puedan llegar a sus antiguos hogares y también puedan alumbrar el regreso a su morada.
· Copal e incienso
El copal era ofrecido por los indígenas a sus dioses, y en conjunto con el incienso, representan una oración elevada al cielo o una alabanza. Es utilizado para limpiar el lugar de los malos espíritus y de esta forma, el alma pueda entrar a su casa sin ningún peligro.
· Las flores
Además de adornar y aromatizar el ambiente durante el tiempo de estancia de nuestros difuntos, es la flor de cempasúchil la que destaca en estos altares, en donde suelen formarse caminos de sus pétalos para guiar al difunto del campo santo a la ofrenda y viceversa.
· El petate
Este elemento sirve a las almas de cama, mesa o asiento, en los que podrán descansar.
· El pan
La iglesia católica lo presenta como el “Cuerpo de Cristo”, convirtiéndose en uno de los elementos más preciados en el altar.
· El gollete y las cañas
Los golletes son panes en forma de rueda y se colocan en las ofrendas sostenidos por trozos de caña. Los panes simbolizan los cráneos de los enemigos vencidos y las cañas las varas donde se ensartaban.
· El retrato
Una fotografía del ser recordado sugiere que el ánima que nos visitará, pero este debe quedar escondido, de manera que solo pueda verse con un espejo, para dar a entender que al ser querido se le puede ver pero ya no existe.
Además de estos elementos esenciales, aquellos quienes esperan a un familiar o ser querido el Día de Muertos, pueden añadir a la ofrenda la imagen de las Ánimas del Purgatorio, calaveras de azúcar, licor, una cruz grande de ceniza, papel picado y los alimentos preferidos del alma que se espera.
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Con información del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas.