Una madre soltera se viralizó en las redes sociales después de ir al mercado, poner la mercancía en el mostrador y decirle al tendero que no iba a pagar porque Dios le había dicho que no lo hiciera.
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Los hechos fueron captados en video por un testigo al darse cuenta que la mujer, desesperada, le dice al vendedor que tiene hambre, y que no pagaría porque no tenía dinero pero que un día hablando con Dios, le ordenó que fuera a buscar alimento sin pagar un solo peso. “Yo estaba orando y Dios me dijo: ve al mercado y toma las cosas que necesites porque yo te las voy a dar”.
Ante la incredulidad del comerciante, éste le dice que no puede llevarse la mercancía gratis y que debe pagarle, respuesta que pone aún más alterada a la mujer, quien le exige que le de su bolsa llena de comida porque era una orden de Dios.
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“Usted me está diciendo que Dios le dijo que viniera a comprar mi comida gratis”, señala el vendedor y le quita los alimentos, mientras que la mujer responde: “Yo no tengo ni un centavo”.
“Yo no le voy a dar ninguna bolsa, si usted quiere la bolsa va a tener que pagar” discute el comerciante.
“Yo estaba orando de rodillas y Dios me dijo que lo hiciera, no tengo qué comer, ¿qué quiere que haga?”, sentencia la madre a punto del llanto.
En ese momento, al percatarse de lo sucedido, más personas deciden meterse a la discusión defendiendo al vendedor, y asegurando que si la mujer quería llevarse los alimentos tenía que pagar como todos.
“No tengo con qué pagar, yo no trabajo”, dice la mujer en su defensa. “Y yo qué tengo que ver con eso, póngase a trabajar”, le responde el hombre que, irónicamente, tiene puesta una playera con una leyenda que dice ‘cristiano’.
Entonces, la mujer, le dice que tiene muchos hijos y que por eso no puede trabajar por que debe cuidar de ellos, y argumentó que tenía mucha hambre.
La mujer logró llevarse los alimentos sin pagar
Luego de algunos minutos de disputa, otra mujer se acerca al mostrador y le pregunta al comerciante cuánto cuesta la bolsa de alimentos que quiere llevarse la devota, a lo que éste responde: son 100 mil pesos (colombianos).
Sin pensarlo dos veces, la solidaria mujer saca de entre sus pertenencias un billete para pagar la despensa de la madre desesperada para que pueda llevársela. Aunque en un inicio el vendedor dudó en recibir el dinero, finalmente le entregó la bolsa de mandado a la mujer religiosa y así se cumplió lo que reveló al llegar al mercado: tendría un surtido de alimentos sin pagar un solo centavo por ellos.
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