En las últimas semanas una aterradora teoría se ha viralizado en redes sociales, la cual apunta que el próximo 20 de agosto de 2022 ocurrirá una tormenta solar la cual provocará el colapso de todo tipo de telecomunicaciones en el planeta Tierra, lo que originará un apagón del internet. Sin embargo, muchos se han cuestionado qué tan cierta es esta teoría.
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El Centro de Predicción del Clima Espacial (SWPC) informó que se prevé que entre el próximo viernes 19 y sábado 20 de agosto las ondas de una tormenta geomagnética en el Sol, misma que comenzó la semana pasada, alcancen a la Tierra, esto porque el planeta Tierra cuenta con su propio sistema de defensa: un campo electromagnético que bloquea las tormentas solares y genera las auroras boreales que se pueden ver en algunas partes del mundo.
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Pero, ¿qué pasaría si la tormenta solar alcanza la Tierra?
Es importante destacar que en el Sol ocurren tormentas de manera frecuente, y dependiendo su intensidad, pueden llegar a traspasar el campo electromagnético de la Tierra. En caso de que eso suceda, las consecuencias serían:
· Dificultad para la navegación aérea
· Pérdida de la señal GPS
· Interferencias en la señal de la radio
· Sobrecarga a la red eléctrica e incendios en transformadores
· Daños a los satélites
Pero no te preocupes, y es que gracias a satélites que pueden monitorear el clima espacial para saber qué tan fuerte será la tormenta solar, se ha determinado que la próxima tormenta que está prevista para el 20 de agosto no será tan intensa por lo que no hay riesgo de que nos quedemos sin internet; ¡qué alivio!
¿Qué es una tormenta solar y por qué ocurren?
Una tormenta o llamarada solar es una explosión gigante en la superficie del Sol. Se produce cuando el Sol libera de forma repentina la energía magnética que ha ido acumulando en su atmósfera.
El material se calienta a millones de grados y comienza a emitir radiaciones electromagnéticas; la energía es tanta que llega a liberar lo que podría traducirse en millones de bombas de hidrógeno explotando al mismo tiempo durante varios minutos. El fenómeno puede ocurrir varias veces al día. La magnetosfera terrestre nos protege de estas radiaciones, desviándolas hacia los polos, si no son muy fuertes.
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