La vida extraterrestre en el exoplaneta K2-18b podría estar más cerca de lo que imaginamos, según una reciente investigación publicada por la NASA. A través de observaciones realizadas con el telescopio espacial James Webb, científicos descubrieron compuestos químicos en la atmósfera de este planeta hicéano que podrían estar vinculados con procesos biológicos.
¿Qué señales apuntan a vida extraterrestre en el exoplaneta K2-18b?
El hallazgo más llamativo es la posible presencia de dimetilsulfuro (DMS), una molécula que en la Tierra solo es producida por organismos vivos, principalmente marinos. Además, el telescopio detectó metano y dióxido de carbono, lo que sugiere un entorno rico en carbono, ideal para el desarrollo de vida extraterrestre en el exoplaneta K2-18b. Aunque no se trata de una confirmación definitiva, los datos abren la posibilidad de que existan condiciones biológicamente activas fuera de nuestro sistema solar.
¿Qué es un planeta hicéano y por qué es importante?
El K2-18b pertenece a una categoría especial de exoplanetas conocidos como planetas hicéanos, que tienen atmósferas ricas en hidrógeno y grandes cuerpos de agua líquida. Estas características lo convierten en un candidato ideal para la búsqueda de vida, ya que combinan una superficie acuosa con protección atmosférica. Para los expertos de la NASA, el hecho de que se hayan detectado moléculas clave en este tipo de mundo es un paso crucial para explorar vida extraterrestre en el exoplaneta K2-18b.
¿Qué sigue en la investigación sobre el exoplaneta K2-18b?
La NASA planea realizar más observaciones durante los próximos meses para confirmar la presencia de DMS y descartar otros orígenes no biológicos. De comprobarse su origen orgánico, este descubrimiento cambiaría para siempre nuestra comprensión del universo. La investigación sobre vida extraterrestre en el exoplaneta K2-18b apenas comienza, pero ya está generando gran expectativa en la comunidad científica.
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